lunes, 1 de agosto de 2016

Características del Merideño

Siempre que nos dirigimos a alguien lo hacemos por su nombre, pero también es posible que no conozcamos a esa persona o que simplemente no usemos el nombre cada momento que hablamos con alguien y nos valgamos de formas pronominales (en lugar de su nombre) tales como: tú, usted y en otras regiones vos o su merced, estas son algunas de las llamadas formas de tratamiento. En Venezuela, en general, están claras las situaciones en las que usamos una u otra. “Tú” se reserva para situaciones informales, con los amigos y la familia, en suma se usa para de alguna forma recortar las distancias. Contrario a esto “usted” lo usamos con personas mayores a nosotros, con las que no tenemos confianza o no conocemos, y finalmente, a las que debemos respeto o queremos marcar distancia con respecto a nosotros. Lo contrario también es cierto.

En la región de los Andes, específicamente, el Estado Mérida el “usted” tiene el uso del “tu” en el resto del país (y del “vos” en el Edo. Zulia) y es usado para hablar con amigos, entre hermanos, entre esposos, entre personas de confianza y es de hecho un poco más extenso pues se usa de igual forma para tratar a superiores, maestros y mayores. No obstante, es un fenómeno lingüístico interesante la incorporación del “tu” en el habla merideña (ya desde hace mucho tiempo) La cuestión con la concordancia del verbo lo hace complicado. Los merideños tienden a juntar el verbo conjugado con “usted” (que es a lo que están acostumbrados) pero usando el “tú” resultando oraciones dudosas como: “tu ya está listo” o “tu va con tu mamá” Aunque suenen extrañas éstas son el resultado de esa suerte de “mezcolanza” que se crea entre los usos de tú y usted en Mérida. Las oración correctas serían: con tú: “tu ya estás listo” y “tu vas con tu mamá” y con usted: “usted ya está listo” y “usted va con su mamá”.



Ahora el lector se preguntará a qué se debe esto: pues bien, es común que en cada país haya un dialecto específico considerado como el dialecto de prestigio, en el caso de Venezuela es el caraqueño, el habla capitalina, y esto significa que parte de la población intente “imitarlo” de alguna forma. María Josefina Valeri en su artículo Mérida (Venezuela): la ciudad y su particularidad lingüística dice al respecto: “el uso de usted puede variar a tú, y se puede oír de manera alterna tú/usted cuando el hablante merideño detecta que su interlocutor es foráneo (que no es de la región). Es tal el arraigo del usted en el día a día del merideño que cuando utilizan el tú muchas veces se puede escuchar paráfrasis como las siguientes: qué piensa tú, fijase tú”.

El “usted” es una herencia maravillosa y tiene una historia muy particular. Durante la España Imperial la forma de respeto era el “vos” pero luego, y como pasa con casi cualquier cosa, el pueblo lo popularizó usándolo para todos y sin intención de respeto o superioridad (hacia el Rey, generalmente) por lo que se sustituyó el “vos” por “vuestra merced” siendo ésta última la nueva forma de respeto que como era de esperarse no corrió con mejor suerte. Lo interesante con “vuestra merced” es que con el paso del tiempo dio origen (por desgaste) al “usted” que hoy nos ocupa; así pasó de: “vuestra merced” a vuesarced, vuarced, vuasted, vuested, vusted, vusté, voacé, vucé, usted *. A partir de este momento y en adelante empezaron a alternar según las situaciones: tú, usted, vos, su merced...

Lo importante por destacar aquí no es “un error”, no se trata en sí de una equivocación, se trata de un fenómeno lingüístico que tiene sus motivos y explicaciones en una razón sociolingüística más allá de las reglas y la gramática del español. La tendencia de los demás dialectos del país a imitar el de la capital, el caso merideño es prueba de esto puesto que mientras menos prestigioso el dialecto más tendencia a la imitación. Y aunque se habla que el dialecto del merideño se considera entre las más cultas y conservadoras, sus características particulares como el llamado “cantadito”, no dejan de ponerlo en situación de desventaja.


No hay comentarios:

Publicar un comentario